La decoración de interiores, se basa en el amoblamiento y decoración de interiores hogareños y laborales, normalmente desde una mirada tanto práctica como estética, tal como es posible vislumbrar con un curso decorador interiorista.
El decorador cuenta con una amplia gama de materiales decorativos para crear distintos efectos, cuyo conjunto debe equilibrarse en un esquema coherente y agradable. Entre estos materiales de decoración se encuentran los puntos de luz, las tonalidades, las telas, los acabados de pisos y paredes, los accesorios y los muebles
La luz, natural, artificial o una mezcla de ambas, influye considerablemente en el entorno de la sala y es un elemento fundamental a contemplar a la hora de la elección de los colores. Los tonos fríos, azul, verde y gris; los tonos cálidos, como el rojo, amarillo y anaranjado; los colores intensos, como el rojo, castaño oscuro, púrpura y negro; y los tonos suaves, como el beige y rosa; determinan el entorno de una habitación. Algunos colores en especial, el blanco y los tonos fríos y claros crean la ilusión de un ambiente mayor, mientras que otros, como el negro y los tonos cálidos y oscuros, parecen achicarlo. Cambiando el tono y la intensidad de un color puede lograr que éste se integre de manera discreta o que sobresalga de manera poderosa de los demás colores. Un elemento pequeño puede sobresalir en un ambiente si su color resalta con el color de fondo de la habitación
La textura de tapizados y revestimientos es otro aspecto de importancia. La piedra, el ladrillo, el vidriado, el yeso, la madera barnizada, el hule, el chintz, el damasco, el lino, la seda y la lana, todos ellos presentan tramas que pueden utilizarse para crear un efecto diferente
Las proporciones de un mueble deben estar en equilibrio con el tamaño de la sala y con el resto de las piezas del moblaje; las mesas y armarios, además de tener un diseño estético, tienen que acomodarse, en relación a altura y proporción, a los sofás y las sillas existentes. Las lámparas tienen que iluminar los sitios de lectura, ofrecer una iluminación general adecuada y generar efectos especiales en puntos específicos.
La decoración de las paredes tiene que estar situada a la altura de los ojos y considerando los demás elementos del espacio. Los muebles de diferentes colores y texturas tienen que situarse de modo que la pieza en su totalidad no quede desequilibrada.
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