Los proyectores cada vez más ganan terreno a los televisores de plasma, ya que posibilitan reproducir en full HD (1080p) e incluso algunos ofrecen la posibilidad de soportar la tecnología en 3D estereoscópica. Se están posicionando como la gran alternativa a los televisores debido a que sus precios son cada día más competitivos.
Es necesario que el proyector esté a una distancia mínima del muro o pantalla donde se vaya a proyectar la imagen, que dependerá del modelo del proyector. Dicha distancia es importante para conseguir una óptima calidad de imagen y definición.
Existen en el mercado proyectores inalámbricos, que nos puede facilitar mucho las cosas. Cabe señalar que a la entrada del proyector debe estar conectada la salida del reproductor de DVD, la señal del TDT o de la consola de juegos. Por lo general, todos tenemos dichos aparatos bajo el Tv y frente al sillón. Un proyector sin cable nos dará la posibilidad de obviar una posible obra en el hogar para evitar que los cables pasen por medio del salón.
Si tenemos la suerte de disponer de una pared lisa y blanca no se necesita comprar una pantalla.
Si por el contrario precisamos una pantalla, tendremos 3 opciones.
La primera es colocar una pantalla fija. Esta opción es bastante económica aunque no a todo el mundo le gusta que esté la pantalla a la vista constantemente.
En el caso de la pantalla enrollable de techo o pared eléctrica, precisaremos efectuar una pequeña reforma en el hogar, pues estas pantallas necesitan estar conectadas a la red de energía del hogar. Esta variante es muy interesante. En el mercado existen muchos sistemas innovadores que posibilitan una simple colocación de la misma y, si quieres reformar el salón, es la mejor variante para un perfecto resultado.
Por último, está la pantalla enrollable manual, que nos libra de tener que hacer reformas en el hogar y ahorramos dinero.
