Fertilizar las plantas es una tarea de otoño en el jardín. Para que las plantas posean los nutrientes que necesitan en la floración otoñal a modo de prevención de los próximos fríos, se pueden emplear fertilizantes químicos o abonos orgánicos.
Los fertilizantes reponen los nutrientes extraídos por las plantas y los perdidos por lavados que arrastran el agua de lluvia y el regadío. No hay que fertilizar con productos nitrogenados como la urea, ya que estos fomentan el desarrollo foliar y en esta estación del año no resulta recomendable porque la planta debe permanecer en reposo.
Para los suelos más arenosos se requiere más potasio porque se pierde con el riego. Los abonos orgánicos mejoran la estructura del suelo y la facultad de retención del agua.
La mayor parte de los fertilizantes comerciales, describen su fórmula en el envoltorio, los elementos elementales son el nitrógeno, el potasio y fósforo. El nitrógeno da color oscuro a las plantas y estimula el crecimiento vegetativo. Además, forma parte del protoplasma celular y contiene proteínas, clorofila, nucleótidos, alcaloides, enzimas, entre otros.
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